El mantenimiento del nebulizador es esencial para garantizar un tratamiento respiratorio eficaz y seguro. La limpieza regular de boquillas, cámaras y filtros evita la acumulación de residuos y bacterias que pueden afectar la calidad del tratamiento. Además, cambiar los filtros de aire periódicamente mantiene el rendimiento óptimo del compresor, evitando fallos y asegurando una administración eficiente del medicamento. Un nebulizador en buen estado mejora la eficacia del tratamiento, optimizando la entrega de partículas del fármaco a los pulmones. Se recomienda seguir las indicaciones del fabricante para el mantenimiento adecuado y el uso de repuestos originales para una mayor durabilidad.
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