La protección del colchón mediante fundas especiales es clave para crear un entorno saludable, especialmente para personas con alergias o enfermedades respiratorias. Estos protectores están diseñados para evitar que ácaros, bacterias y alérgenos penetren en el colchón, una de las superficies que más acumulan polvo con el tiempo. Son una herramienta preventiva recomendada por alergólogos y pediatras para reducir los síntomas de asma, rinitis alérgica o dermatitis atópica. Las fundas suelen ser impermeables, transpirables, resistentes y lavables, lo que facilita su mantenimiento. Su uso es especialmente útil en hogares con niños pequeños, personas inmunosuprimidas o pacientes con enfermedades crónicas. Además de la función protectora, prolongan la vida útil del colchón. Una buena funda para colchón se convierte así en una inversión para la salud y el descanso, al evitar la exposición nocturna prolongada a irritantes respiratorios invisibles pero dañinos.
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