¿Su hijo tose todo el tiempo y apenas puede parar? Ayude a su hijo a aprender a controlar las ganas de toser, a aliviar la tos y a toser correctamente. Tenemos algunos consejos.

Remedios caseros y técnicas de respiración para la tos seca y persistente

Madre sentada en una mesa frente al médico con su hija en su regazo
Si su hijo lleva mucho tiempo tosiendo, debe consultar al pediatra.

Existen algunos remedios caseros y técnicas de respiración para aliviar la necesidad de toser y mitigar los ataques de tos en su hijo.

En términos generales, si su hijo tose de forma violenta y continua durante mucho tiempo, debe consultar urgentemente a un pediatra para averiguar por qué ocurre esto.

Si su hijo tose debido a una infección, como un resfriado o una gripe, puede aliviarle la tos con los siguientes remedios caseros.

Beber abundante agua, preferiblemente agua sin gas o té de hierbas y frutas, ayuda contra la tos.

Esto mantiene húmedas las mucosas de los bronquios. Cuanto más secas estén las mucosas, mayor será el riesgo de toser. Por ello, el niño debe beber regularmente agua sin gas o infusiones de hierbas o frutas sin azúcar.

Una cucharadita de jarabe de cebolla con miel varias veces al día (para niños a partir de los doce meses) también puede aliviar la necesidad de toser. Los aceites esenciales y los compuestos antiinflamatorios de la cebolla y la miel hacen que este jarabe sea realmente eficaz contra la tos, incluida la tos seca.

Calor para las vías respiratorias y el pecho para aliviar la necesidad de toser.

En primer lugar, el calor en el pecho relaja los músculos del pecho que tienden a tensarse con ataques de tos intensos y frecuentes. En segundo lugar, el calor tiene un efecto calmante y estimula la circulación sanguínea. Esto hace que sea más fácil eliminar la mucosidad espesa y persistente, que puede ser responsable de la necesidad de toser. Las vendas tibias pueden proporcionar este calor relajante. Otra opción es cubrir el pecho de su hijo con una toalla húmeda y tibia y colocar una bolsa de agua caliente encima.

Nota: No utilice tratamiento térmico si su hijo tiene fiebre.

Terapia de inhalación con nebulizador

Madre sentada a la mesa con su hija y ayudándola a inhalar con el inhalador PARI COMPACT2
La inhalación de sal con un nebulizador humedece las vías respiratorias de su hijo y puede ayudar con la tos.

Del mismo modo que beber mantiene húmedas las mucosas, la terapia de inhalación con un inhalador humedece las vías respiratorias del niño. El inhalador con nebulizador administra soluciones de inhalación con sal a los bronquios. La solución salina dispersa humedece las vías respiratorias del niño y afloja la mucosidad de forma natural.

En detalle: La solución salina isotónica hidrata, acondiciona y calma las mucosas, lo que provoca una menor irritación. Si la tos se desencadena por mucosidad muy acumulada, la inhalación de solución salina hipertónica puede licuar y aflojar la mucosidad. De este modo, la mucosidad se puede expulsar con menos esfuerzo si el niño tose brevemente o se aclara la garganta.

Fomente el autocontrol: ¿Qué desencadena la necesidad de toser?

Anime a su hijo a prestar mucha atención a sí mismo y a su deseo de toser. ¿Con qué rapidez se desarrolla el deseo? ¿Hay señales de advertencia? ¿El deseo de toser a veces desaparece de nuevo? ¿Comienza como una pequeña tos que luego se convierte en una tos propiamente dicha y luego en un ataque de tos completo? ¿Siente su hijo que hay algo que pueda aliviar el deseo de toser?

Si su hijo se autocontrola y es consciente de cómo reacciona su cuerpo, podrá utilizar de forma consciente técnicas de respiración sencillas para controlar la tos. Aunque parezca inimaginable, con un poco de práctica podrá suprimir la necesidad de toser y controlar los ataques de tos.

Inhale por la nariz si tiene ganas de toser.

Por lo general, cuando se tiene tos, el reflejo es inspirar por la boca. Sin embargo, respirar rápidamente por la boca irrita las vías respiratorias de varias maneras. Esto se debe a que:

  1. El aire no se calienta.
  2. Las partículas pequeñas, como el polvo, que se filtrarían a través de la nariz, no se eliminan del aire.
  3. El flujo de aire no se ralentiza, sino que se introduce a gran velocidad en el ya sensible sistema respiratorio.

Por eso respirar por la boca puede empeorar la tos. Si puede, intente que su hijo respire por la nariz antes de toser. A menudo, la necesidad cambia y la tos se puede suprimir o incluso evitar.

Toser con la boca cerrada o contra resistencia.

Un niño se sienta en un sofá y tose con el puño cerrado
Si su hijo tose contra una resistencia, como un puño cerrado, esto puede ayudar a combatir la necesidad de toser.

Al toser, las fuerzas externas actúan sobre los bronquios, que pueden cansarse y colapsarse con los ataques de tos frecuentes. Esto puede provocar más tos, que puede ser casi imposible de detener. Para evitarlo, su hijo debe toser con la boca cerrada.

La boca cerrada forma una resistencia que dispersa la ráfaga de aire. Los bronquios reaccionan con menos irritación y quedan protegidos. Si la presión es demasiado fuerte y el niño tose de repente y no puede mantener la boca cerrada, pueden resultar útiles formas externas de resistencia.

  • Toser en el hueco del brazo (su hijo debe hacer esto por consideración a los demás)
  • Toser en el puño (no olvides lavarte las manos después)
  • Toser en un pañuelo de papel que tenga en la mano, manteniendo la mano presionada ligeramente contra la boca (no olvide lavarse las manos después)

Si siente la necesidad de toser, contenga la respiración y respire con cuidado y de manera superficial.

Yuxtaposición gráfica de respiración profunda y superficial, dos siluetas de lado, a la izquierda las flechas atraviesan la nariz hasta el abdomen, a la derecha las flechas solo llegan a la caja torácica.
Respirar conscientemente de manera superficial puede ayudar a su hijo a calmar la necesidad de toser.

En cuanto su hijo sienta que aumenta la presión en los pulmones y sienta la necesidad de toser, debe intentar contener la respiración (lo ideal es que lo haga hasta que la necesidad de toser disminuya). Después de contener la respiración, debe respirar con cuidado y de forma superficial para que la necesidad de toser no vuelva.

Exhala con los labios fruncidos.

Representación gráfica de la respiración con los labios fruncidos
Respirar con los labios fruncidos es una técnica útil cuando su hijo necesita toser.

Una técnica útil para disminuir el flujo de aire y proteger los bronquios del colapso y la tos es la técnica de los labios fruncidos. En esta técnica, el niño exhala a través de los labios ligeramente cerrados. A continuación se ofrecen instrucciones precisas sobre la respiración con los labios fruncidos.

Técnica de “resoplar”

Representación gráfica de la técnica de respiración Huffing
Resoplar puede ayudar a su hijo a controlar la necesidad de toser.

“Resoplar” implica exhalar el impulso de toser en lugar de toser. Su hijo puede utilizar esta técnica especialmente si tiene mucosidad u otras obstrucciones en la tráquea. Aquí encontrará instrucciones detalladas sobre la técnica de resoplar. Resoplar es una cuestión de práctica.

También existen muchas otras técnicas de respiración que pueden ayudar a controlar la tos. Los fisioterapeutas pueden ayudar a identificar y enseñar los métodos que mejor se adapten a su hijo.

¿Cómo puede tu hijo toser adecuadamente?

  1. Siempre que sea posible, solo deben toser para expulsar la mucosidad y los cuerpos extraños de los bronquios.
  2. Antes de toser, deben respirar por la nariz en lugar de por la boca.
  3. Deben toser con la boca cerrada.
  4. Deben toser en el hueco del brazo. Mientras lo hacen, pueden apoyar un brazo con el otro y colocarlo cerca de la boca.

¿Por qué mi hijo debe evitar la tos seca y los ataques de tos?

La tos es un reflejo natural que limpia y protege las vías respiratorias. Se produce cuando es necesario extraer cuerpos extraños o microorganismos de los bronquios. Las infecciones de las vías respiratorias pueden provocar la producción de mucosidad espesa, difícil de evacuar, que desencadena la tos.

Así pues, como principio básico, la tos no es algo malo ni grave, pero, como suele ocurrir, la dosis hace el veneno. Toser demasiado y con demasiada fuerza es malo por dos motivos:

La tos es una tensión para el cuerpo.

Cuando tosemos, es como un deporte de alto impacto para el cuerpo. Utilizamos todo tipo de músculos al toser, lo que consume calorías y nos quita energía. Por eso, una tos persistente e ininterrumpida puede debilitar y cansar a su hijo. Debido a la alta presión que se acumula en su cuerpo cuando tose, su hijo también puede tener dolor de cabeza y sentirse ligeramente mareado por un momento.

La presión que se produce al toser puede llegar a ser tan alta que haga que se rompan los pequeños vasos sanguíneos de los ojos. Por eso es importante que el niño aprenda a controlar la necesidad de toser y a hacerlo de forma adecuada, es decir, de forma que no le haga daño.

Desarrollar un hábito de tos (psicógena)

Si un niño tose constantemente durante un largo periodo de tiempo, puede convertirse en una especie de hábito, como una garrapata. Su hijo seguirá tosiendo, incluso si la infección se ha curado y ya no hay motivo para que esté tosiendo constantemente. Por eso, su hijo debe aprender a controlar los ataques de tos y la necesidad de toser.


Nota: La información de esta publicación del blog no constituye una recomendación de tratamiento. Las necesidades de los pacientes varían en gran medida de una persona a otra. Los enfoques de tratamiento presentados deben considerarse solo como ejemplos. PARI recomienda que los pacientes siempre consulten primero con su médico o fisioterapeuta.


Un artículo escrito por el equipo editorial de PARI BLOG.

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