La inhalación con aerosoles para el asma u otros inhaladores dosificadores en niños suele tener éxito solo con una cámara de inhalación o de retención. La neumóloga pediátrica, la Dra. Franziska Stieglitz, explica en una entrevista por qué ocurre esto y qué hay que tener en cuenta al utilizar un inhalador.
Blog PARI: ¿Qué niños deben usar un espaciador para inhalación con aerosoles?
Dra. Franziska Stieglitz: Básicamente, cualquier niño de hasta seis u ocho años que tenga que inhalar un inhalador de dosis medida o un spray debido a asma, bronquitis obstructiva, hipersensibilidad bronquial o una enfermedad pulmonar crónica similar, debería utilizar una cámara de inhalación.
Activar el aerosol mientras se respira profundamente al mismo tiempo es muy difícil de coordinar. Requiere práctica en todos los grupos de edad y la mayoría de los niños pequeños no pueden hacerlo.
El uso de una cámara de inhalación significa que el niño no necesita tener esta habilidad de coordinación. Los niños inhalarán el medicamento correctamente si usan una cámara de inhalación. El uso de un inhalador también se recomienda en niños mayores con retraso en el desarrollo. Los niños y adolescentes con una función pulmonar muy limitada también deben usar una cámara de inhalación. A menudo, ya no tienen la fuerza de inhalación necesaria para inhalar profundamente el inhalante en los bronquios.
Blog PARI: ¿Qué pasa si no se utiliza la cámara de inhalación?
Dra. Franziska Stieglitz: Si no utilizan una cámara de inhalación, la mayoría de los niños se rocía el medicamento en la lengua o en la garganta. La experiencia demuestra que entre el 50 y el 60 por ciento del medicamento se queda ahí, por lo que el efecto se reduce en consecuencia. Esto pasa factura al cabo de un tiempo y se manifiesta en un deterioro de la respiración, la resistencia y la función pulmonar. Por eso es importante motivar a los niños no solo para que inhalen el aerosol en general, sino también para que utilicen una cámara de inhalación.
Blog PARI: ¿Cómo motivar a un niño para que haga inhalaciones de aerosol de manera constante?
Dra. Franziska Stieglitz: Depende. Hay medicamentos que tienen un sabor muy amargo. Si un niño no quiere inhalar por el sabor, buscamos un medicamento alternativo que sepa mejor. Si el niño rechaza rotundamente la inhalación, hay que trabajar con trucos y premios. El niño asociará entonces la inhalación con una experiencia positiva y estará más dispuesto a aceptar la terapia. En cambio, la presión y las amenazas suelen fracasar en la mayoría de los casos.